Fabricar armas en casa
Artículo publicado en el blog Paz en construcción de Planeta Futuro de El País
La creación de impresoras 3D está suponiendo una verdadera revolución tecnológica, se imprimen desde piezas de ingeniería hasta órganos humanos y cartílago susceptibles de ser trasplantados, sin embargo, como toda revolución tecnológica, plantea dilemas sociales, políticos y éticos importantes para el conjunto de la sociedad y para la evolución moral de nuestro mundo.
La tecnología tiende a adelantarse en el tiempo a los posibles debates que genera, como es el caso de la impresión en 3D que permite crear objetos desde nuestra casa, no sin abrir cuestiones sobre seguridad, producción, medio ambiente, derechos de autor y, el más controvertido, la impresión de armas. El fenómeno todavía no se encuentra en su fase más extendida y por tanto el debate aún no es tan amplio como los riegos que comporta deberían incentivar, pero ya empiezan a aparecer noticias relacionadas con el caso, en mayo de 2014 se detiene a un hombre en Japón que portaba armas impresas en 3D.
El impulsor de la impresión de armas en 3D aparece en Texas, donde la cultura de las armas está ampliamente implementada. El autodenominado cripto-anarquista Cody Wilson empezó a imprimir piezas de armas en su casa y a colgar los archivos en la red en código abierto haciéndolos completamente accesibles. Wilson funda en 2012 Defense Distributed, el wiki de las armas, donde explica sus nuevos proyectos y ofrece los planos para imprimir las piezas que permiten ensamblar y crear un arma en casa. “The liberator” es el nombre de la pistola completamente funcional que ha desarrollado, el documento que permite realizar la impresión de la pistola ha recibido más de 100.000 descargas.
El gobierno de EEUU se ha encontrado con una auténtica paradoja política, el estado del mundo que más defiende la pertinencia de armas como símbolo de seguridad individual, se encuentra cuestionado ante la producción y libre acceso a las armas. Desde el gobierno, la cuestión se está abordando desde una perspectiva más legal que moral debido al debate, nunca definitivamente abordado, que existe en la sociedad estadounidense y que los lobbys de armamento, la Asociación del Rifle y los partidarios del neoliberalismo más extremo siempre se aseguran de acaparar y neutralizar.
La ideología de Defense Distributed se basa en defender un concepto de libertad restringido a las libertades individuales como la que te permite fabricar tu propia arma, una forma extrema de liberalismo social que obvia la libertad desde aspectos globales y desde un enfoque comunitario y de libertades colectivas. Además incide en la idea de que la seguridad depende de estar armado para defenderse de los que están armados, un análisis propio de la política EEUU que lleva años sufriendo las problemáticas de la facilidad de acceso a las armas y que ha demostrado ser mucho más insegura.
También abre diversas cuestiones sobre el control de armas, aquellas impresas en 3D no pueden ser rastreadas ya que no tienen código de fabricación, se imprimen por piezas que después se montan utilizando munición adquirida por internet, están fabricadas con variedades de plásticos lo que permite que pasen por detectores de metales sin problemas. Es decir, se desregulan todos los elementos a nuestra disposición que permiten rastrear y controlar el uso, adquisición, fabricación y flujo de las armas, una ideología propia del neoliberalismo, que reivindica que el estado no sea el agente regulador, haciendo el mercado de las armas más opaco y difícil de controlar de lo que ya es.
Teniendo en cuenta que en unos años las impresoras 3D serán comunes en nuestras casas se hace necesario abrir un debate, legislativo, social y ético sobre el impacto de producir armas por nuestra cuenta. De la misma manera que sigue haciéndose necesario el debate sobre el papel de las armas y su industria en nuestras sociedades y en la seguridad, tanto individual como colectiva.