Intervención del Centre Delàs en la Junta de accionistas del Banco Santander de 2008
Emilio Botín y los miles de accionistas presentes, pudieron escuchar en la asamblea de accionistas del Banco Santander, que parte de sus beneficios provienen del negocio de las armas. Ésta es la intervención de Tica Font.
Buenos días señores y señoras accionistas. Agradezco la oportunidad que el Consejo de Administración me brinda para expresar en esta asamblea mi opinión como accionista.
Mi nombre es Tica Font y les hablo en representación del Centro de Estudios para la paz Delàs de Justicia y Paz de Barcelona. Mi intervención se va a centrar en mostrarles que parte de los beneficios que consigue el Banco de Santander provienen de negocios éticamente reprobables, además de económicamente poco significativos. Me refiero a su participación en la financiación de la producción y exportación de armas.
El Banco Santander Central Hispano participa en la actualidad del 50% de Vista Capital, que a su vez posee el 23 % de Maxam Corp. Esta empresa es un holding que agrupa entre otras a Explosivos Alaveses (Expal), empresa que se dedica íntegramente (al 100%) a la producción de bombas y explosivos para las fuerzas armadas. Entre sus bombas cabe destacar la BME 330, una bomba de racimo que contiene entre 180 y 512 submuniciones; y que abre su mortífera carga a pocos metros del suelo diseminando sus proyectiles en un área determinada. Aproximadamente el 20% de las submuniciones de las bombas de racimo no explotan, con las subsiguientes consecuencias para la población civil (mutilaciones o muertes). El 98% de sus victimas son civiles. Las bombas de racimo son objeto de una campaña internacional para su prohibición y en Dublín, hace dos semanas, se ha llegado al acuerdo de prohibir su fabricación y exportación (acuerdo que será ratificado por el gobierno español).
El Banco Santander participa del 0,92% de Indra. Esta empresa, que es una de las principales del sector armamentístico español, se dedica a fabricar sistemas electrónicos de guerra, misilística y desarrolla tecnologías de la información para aplicaciones militares. Cabe destacar su participación en los programas militares de desarrollo del avión de combate europeo Eurofighter, del helicóptero de combate Tigre, de los carros de combate Leopard y Pizarro, de la Fragata F-100 o de los misiles Iris-T y Sparrow, entre otros muchos proyectos.
El Banco Santander participa del 14% de CESCE, Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación, una financiera que asegura las exportaciones de material de defensa. Según apareció en la Guía de Comercio en abril de 2008, el Banco Santander (junto con otros bancos) ha suscrito un convenio de crédito para financiar dos contratos de CASA–EADS con la Fuerza Aérea Brasileña, por un importe de 554 millones de euros, destinado a la venta de 12 aviones C-295 y a la modernización de 8 aviones P-3. Esta operación de financiación a la exportación, es una de las más importantes de los últimos años y cuenta con la cobertura riesgo-país de CESCE.
A través de la web del Ministerio de Finanzas Italianas, único país miembro de la UE que publica las exportaciones de armas y las entidades que financian dichas exportaciones, hemos podido comprobar que el Banco Santander ha financiado exportaciones de armas italianas, En concreto, en el 2001 actuó como intermediario financiero en contratos de venta de armas por valor de 19,7 millones de euros.
En definitiva el Banco Santander participa a través de su cartera de acciones de la producción de armamento, participa de la financiación a la exportación y participa a través de CESCE de los seguros a la exportación de armas.
Desde Justicia y Paz estamos convencidos de que la inmensa mayoría de ustedes, por razones éticas y humanitarias, considera, al igual que nosotros, que los beneficios económicos provenientes de las inversiones en empresas fabricantes de armas o de los créditos a la exportación de armas no pueden ser aceptadas por una entidad como el Banco Santander.
Además, teniendo en cuenta el bajo volumen que las exportaciones de armas representan en la balanza comercial española, podemos afirmar con elevada seguridad, que el volumen de negocio proveniente de las inversiones en empresas de armamento y su exportación es totalmente prescindible y que los beneficios del Banco de Santander no se verían por ello afectados.
Es más, estamos plenamente convencidos de que si el Banco Santander se desmarcara del resto de los bancos y se convirtiera en un banco sin inversiones en ningún tipo de armas, vería aumentados sus beneficios, porque sus actuales y potenciales clientes valorarían positivamente una decisión de este tipo.
Pedimos, por tanto, al Consejo de Administración del Banco Santander, un compromiso explícito para que el enriquecimiento proveniente de negocios que promueven la violencia, la guerra y la pobreza extrema sea evitado y que se cancelen las participaciones y financiación a las empresas de armamento.
En definitiva les pedimos que contribuyan a construir un mundo sin guerras.