España vota no a prohibir las armas nucleares

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El Centre Delàs d'Estudis per la Pau es miembro de ICAN, la Campaña mundial que persigue la prohibición de las armas nucleares.

Asamblea General de las Naciones Unidas, 71˚ periodo de sesiones, la Primera Comisión llevó a cabo un debate general sobre el tema del desarme y la seguridad internacional. Esta sesión se destinó a debatir sobre el inicio de unas negociaciones para un nuevo tratado que prohíba las armas nucleares. El mismo día 27 de octubre se puso a votación la iniciativa de abrir estas negociaciones, con el resultado de 123 votos a favor, 38 en contra y 16 abstenciones.

Los Estados presentes en esta Comisión se hicieron eco de las demandas de grandes organizaciones internacionales como Mayors for Peace, Cruz Roja Internacional, ICAN y otras muchas organizaciones de la sociedad civil que llevan años de campaña social y presión política contra las armas nucleares. Todas estas organizaciones trabajan para que se prohíban y se eliminen las armas más destructivas que jamás se hayan inventado.

Hace veinte años que la Corte Internacional de Justicia, opinó sobre la legalidad de la amenaza o el empleo de armas nucleares, la Corte dejó un vacío legal en tanto que declaró que no podía decidir sobre la legalidad de las armas nucleares cuando estuviera en juego la supervivencia de un Estado. Así i todo halló que los efectos de las armas nucleares no pueden confinarse ni en el espacio ni en el tiempo y que su empleo sería contrario a los principios y las normas del DIH.

La comunidad internacional cuenta con pruebas suficientes de los efectos irreversibles y duraderos en el tiempo que estas armas producen sobre la salud, el medio ambiente, el clima o la producción de alimentos. Tenemos estudios suficientes que nos indican la afectación que el uso de dichas armas tendría sobre todo el ciclo de vida humano. Pero además tanto Naciones Unidas como organismos humanitarios saben que en el caso de que usen dichas armas no hay capacidad de respuesta humanitaria, no hay posibilidad de asistir a las víctimas de armas nucleares. Esta catástrofe de consecuencias humanitarias ya fue reconocida por los Estados Partes en el tratado de no Proliferación de hace seis años.

Conforme a la votación del día 27 en la Comisión, la Asamblea General deberá convocar una conferencia en el 2017 para negociar un tratado destinado a “prohibir las armas nucleares a fin de avanzar hacia su total eliminación”, se trata de establecer un instrumento jurídicamente vinculante que prohíba estas armas. Para alcanzar un mundo sin armas nucleares es necesario primero prohibirlas y luego eliminar las existentes en el planeta, un tratado categórico de prohibición, como lo es el referente a armas químicas y biológicas, es la base para el desarme y para desalentar la proliferación y la modernización de armas nucleares.

Como era de esperar la mayoría de los Estados que poseen armas nucleares votaron en contra de este proyecto, y se abstuvieron China, India y Pakistán (que también tienen armas nucleares). Votaron en contra de iniciar la negociación es este tratado de prohibición, los Estados de la Unión Europea, entre ellos España y otros como Canadá o Japón.

La buena noticia es que el arsenal de armas nucleares disminuye, ha pasado de 15.850 ojivas en 2015 a 15.395 ojivas en 2016 (según el Sipri), pero todavía estamos muy lejos de que dichas armas desaparezcan.

La mala noticia, que ninguno de los Estados que tienen armas nucleares, está dispuesto a renunciar a las mismas ni ahora ni en un futuro próximo, no están en disposición de negociar ningún tratado de prohibición.

La otra mala noticia es que países como Estados Unidos, Rusia, China o Inglaterra han establecido programas de modernización de sus arsenales nucleares. Los programas de modernización no son públicos, los programas rusos son secretos y de los programas norteamericanos sabemos que tienen previsto destinar 348.000 millones de dólares entre 2015 y 2024 en su modernización, de ojivas, en mejorar los sistemas de lanzamiento desde aviones, submarinos y misiles de tierra.

Rusia y China proponen desde 2008 un modelo de tratado para prohibir las armas en el espacio, a lo que Estados Unidos se opone de forma rotunda impidiendo que haya tan siquiera un consenso para discutirlo en la Conferencia de Desarme de Ginebra.

Todos los estados con armas nucleares siguen priorizando la disuasión nuclear como pilar de sus estrategias de seguridad nacional. Pero hasta que no se hayan eliminado todas las armas nucleares seguirá existiendo un riesgo para la vida en el planeta.