La industria militar aeronáutica se introduce en Catalunya

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(Artícle no disponible en català).  
La indústria aeronáutica, con la ayuda de algunos políticos locales y autonómicos, está planificando su implantación en Catalunya. Lo que se ignora, es que ese tipo de indústria tiene una doble dimensión, civil y militar.  
Publicat en Materiales de trabajo, núm. 2, (junio 2003).  
Pere Ortega



Con la ayuda de los ayuntamientos de Barcelona y Sabadell, y sus alcaldes Joan Clos y Manuel Bustos, también al apoyo prestado por la Generalitat de Catalunya, la industria aeronáutica militar ha empezado a asentarse en el área metropolitana de Barcelona. La propuesta de que el área de Barcelona ofrecía buenas oportunidades para el asentamiento de industrias relacionadas con el sector aeronáutico, surgió de diversos empresarios catalanes, quienes convencieron al alcalde de Barcelona, Joan Clos, de las virtudes del proyecto. Este, junto al entonces rector de la Universidad Politécnica (UPC), Jaume Pagès y algunos empresarios, organizaron en el 2001 un viaje a Toulouse, para visitar las instalaciones de EADS, la empresa encargada de fabricar el A-380 Airbus, el súper avión de dos pisos de transporte civil con capacidad para transportar a 700 personas, gran competidor de Boeing de Estados Unidos y que ocupa el primer lugar de la aeronáutica mundial en transporte de pasajeros, pero a su vez, también importante industria militar. Posteriormente, se creó la asociación, Barcelona Aeronáutica y del Espacio (BAiE), con participación de la Generalitat de Catalunya, la Administración Central y diversas empresas del sector aeronáutico catalán.

Desde el ayuntamiento de Sabadell se puso en marcha un plan director para un futuro parque aeronáutico de 20 hectáreas alrededor de su aeropuerto, hoy infrautilizado, y que pretende sea el punto de atracción para la instalación de diversas empresas aeronáuticas en la zona. Hoy Sabadell, ya ofrece dos de los cuatro talleres existentes en España de mantenimiento de helicópteros. Otro sector que se puede ver beneficiado con contratos del Airbus, es el textil y el de suministro de componentes, y se barajan los nombres de las industrias, Rucker Ibérica de Martorell, Temoinsa de Granollers, Faiveley de Reus, Fainsa de Martorellas, Neotex de Sabadell que podrían suministrar asientos, paneles, ventanas, tapicerías y elementos diversos como fibra de vidrio y carbono.

Entre las más experimentadas y con un largo historial de colaboración en el sector militar, está Industrias Puigjaner, con sede en Polinyà, que suministra a EADS el depósito exterior del avión de combate europeo EF-2000, así como una pieza de turbina para el motor de un modelo de la empresa militar Bombardier de Canadá. Otra de las primeras empresas catalanas beneficiadas para trabajar para el Airbus, ha sido GTD, con sede en Barcelona, que consiguió un contrato de 12 millones de € para desarrollar el software de navegación, que se puede ver ampliado al suministro del soft montado en los 400 aparatos previstos. En la parte del software también intervienen la francesa CS y la empresa líder mundial en electrónica, la estadounidense Rockwell Collins. Por su parte, GTD ha negociado con el Instituto Catalán de Finanzas (ICF) un crédito flexible de 10 millones € para su desarrollo. Otras empresas que ya en la actualidad tienen contratos de suministro de complementos son: TMS Aritex Cading de Badalona, Grup ASM de Reus encargada de la fabricación de herramientas para el timón de cola del A-380 de EADS-CASA. CMC Interiors de Santa Perpetua tiene contratos con Bombardier para el suministro de equipos interiores.


Según datos de BAiE, hoy Catalunya representa el 5% del total de la industria aeronáutica española, con un total de 300 trabajadores, frente al 60% que representa Madrid, el 15% de Euskadi y el 15% de Andalucía. Cuota de mercado que se espera aumentar en el futuro, como indica Juan M. Lecua, director gerente de BAiE, quién cuenta se ha pasado del 2,3 del 2000 a un 5% con una facturación de 109 millones de €. Cifra que se podría doblar en un corto espacio de tiempo. Pues argumenta que el sector aeronáutico y aeroespacial irá en aumento, además de tener un alto valor añadido para el desarrollo de tecnologías y de crecimiento económico, pues la inversiones previstas podrían llegar a la importante cifra de 1.000 millones €. En la actualidad, las empresas catalanas del sector han recibido ayudas del Ministerio de Ciencia y Tecnología y del ICF catalán por un importe de 670 millones de €. Además del proyecto Airbus, estas empresas también especulan en participar en los proyectos aerospaciales de los satélites europeos Galileo y Ariane.

Una de las ventajas esgrimidas para la expansión del sector aeronáutico, es la formación, puesto que de la UPC surgen el 20% de los profesionales del sector, en su mayoría ingenieros aeronáuticos. Y la propia UPC, ha puesto en marcha en Sabadell, un centro para la formación de ingenieros técnicos especializados en reparaciones aeronáuticas. La UPC, por otro lado, ya cuenta con un contrato de ayuda a la investigación con Boeing de Estados Unidos, primera empresa aeronáutica mundial y segunda, tras Lockheed Martin, de las industrias militares más importes de EEUU,.

Todo el proyecto Airbus requiere, a su vez, de la modernización de la red de aeropuertos en Catalunya, con proyectos de ampliación, comunicación y coordinación, para lo cual la Generalitat a dispuesto de un plan director que engloba los aeropuertos del El Prat, Sabadell, Reus y Girona. Cobra especial importancia el desarrollo de infraestructuras de hangares en El Prat, imprescindibles para almacenar y llevar a cabo la reparación de helicópteros.

Ecología, Derechos Humanos y Paz

Nada debemos objetar al desarrollo e investigación en nuevas tecnologías, si no al contrario, favorecer su expansión, pues estas siempre han contribuido al bienestar y desarrollo de la humanidad. Pero, en el sector aeronáutico se deben tener en cuenta dos factores de gran importancia, los derechos humanos y la cuestión ecológica. En primer lugar, el auge actual del sector aeronáutico está muy ligado al modelo actual de desarrollo capitalista, y en ese sentido, representa uno de los factores más desestabilizadores del equilibrio medioambiental. La expansión y crecimiento del transporte de viajeros (19 millones de vuelos que mueven 1600 millones de viajeros al año) tiene graves consecuencias para la sostenibilidad del planeta. Gran parte del número de viajeros está ligado al sector turístico (1300 millones) y este, cuando se produce de manera masiva tiene un impacto muy negativo en el medio natural, deterioro de ecosistemas, falta de agua, deforestación, desertización. También necesita de grandes infraestructuras, los aeropuertos representan un continuo retroceso del medio natural, igualmente dañino para las especies como para los habitantes de las zonas colindantes por los efectos de contaminación acústica y natural. Después, está el problema del combustible, éste es un hidrocarburo derivado del petróleo, el queroseno, especialmente refinado para la combustión aeronáutica, sin duda el de mayor calidad. Y a su vez, el que tiene mayor responsabilidad en el aumento del ozono troposférico con graves consecuencias para la salud de las personas y para los ecosistemas. Además, es una de las fuentes de emisión gases de efecto invernadero con el consiguiente calentamiento atmosférico. Y con un crecimiento exponencial muy superior a otras emisiones contaminantes, que, en las capas altas atmosféricas contribuye a los agujeros de ozono dando lugar a la entrada de los cancerígenos ultravioletas. En el caso del Airbus, todos estos efectos nocivos se agravan, puesto que, por sus dimensiones, desplazar a 700 pasajeros requiere de un mayor consumo de combustible y en consecuencia de un impacto negativo ambiental superior.

El problema menos visible de la industria aeronáutica tiene que ver con los derechos humanos y la paz. Los detractores del gasto militar, hemos denunciado en múltiples ocasiones, los efectos negativos que el armamentismo tiene sobre el desarrollo de los pueblos y sus economías. Tanto en los países desarrollados como en los países empobrecidos, puesto que se gastan en armamentos lo que tendrían que dedicar al desarrollo humano de sus poblaciones. Además de contribuir a una continua carrera de armamentos y favorecer, mediante las exportaciones de armas, la aparición de nuevos conflictos armados. Pues bien, es bueno saber, que toda la industria aeronáutica sin excepción tiene un carácter dual, es decir, los productos fabricados, pueden con escasas variantes, dirigirse igual al sector civil como al militar. Y muchas de las industrias auxiliares de componentes fabrican accesorios, que igual servirán para aviones militares, como civiles. El caso de Airbus no es diferente. Este superjumbo de dos pisos se fabricará en dos versiones, el A-380 para pasajeros civiles, y el A-400M que se adecuará para el transporte de tropas y armamento pesado militar.

Este avión militar de fabricación conjunta entre siete países, tiene un enorme coste presupuestado de 20.000 millones de €, para construir 180 aparatos, a repartir entre Alemania (60), Francia (50), Reino Unido (25), Turquía (10), Bélgica (7), Luxemburgo (1), y en el caso de España, se tiene prevista la adquisición de 27 aviones que le costarán al erario público la cantidad 6.363 millones de €.

No es difícil imaginarse que el A-400M, capaz de transportar 700 militares, tiene como destino el desplazamiento de grandes contingentes de tropas a lugares lejanos en un corto espacio de tiempo. O sea, favorecer intervenciones armadas de las recientemente creadas Fuerzas de Intervención Rápida dentro de la Unión Europea, para las llamadas intervenciones humanitarias, operaciones de interposición en conflictos de la propia PESC (política exterior y de seguridad de la UE). La primera objeción es global a todo el gasto militar, pues los mismos recursos destinados a la producción civil obtendrían un dividendo social, cosa que no ocurre con la producción militar. La segunda, que resultaría menos costoso dedicar esos enormes recursos (20000 millones €) a la prevención de conflictos, a desarrollar instituciones regionales, conferencias de paz y otras fórmulas, que impedirían la explosión de nuevos conflictos, y posiblemente acabar con los actuales. Pues dotarse de centros de prevención de conflictos y de alerta temprana con presupuestos dignos, resultaría más rentable para la defensa de la paz y los derechos humanos. Además de propiciar un desarme que es el mejor camino para la paz y el desarrollo de los derechos humanos.

 

Industrias Catalanas Colaboradoras del Sector Aeronáutico Militar

Nombre

Clientes

Productos

GTD Ingenieria de sistemas y servicios

Barcelona

EADS-CASA, Santa Bárbara, Izar (Bazán), Lockheed Martin, Matra

Simuladores de vuelo y software varios

Industrias Puigjaner-DENN Polinyà

EADS-CASA

Laminado de proyectiles. Ojivas de proyectil. Depósito de combustible para el EF-2000

ASM

Reus

EADS

Software, laser, visión artifical,

TMS Aritex Cading Badalona

EADS y CASA

Carrocerías, ensamblajes, depósitos, soldaduras

Neotex de Sabadell

EADS y Boeing

Tapizerias

CMC Interiors, Santa Perpetua de la Moguda

Bombardier, Siemens

Equipos y acabados interiores