Las ventas españolas de armas baten récord

Written by Tica Font Directora de l'ICIP on . Posted in Indústria i comerç d'armes

El año 2009 ha sido el mejor año en la historia de las exportaciones de armas españolas. Publicado en la revista Diagonal el 30/6/2010. (No disponible en català)

En el año 2009 el gobierno español ha concedido autorizaciones a la industria militar española, para que se exportara material de defensa por valor de 1.346,52 millones de euros, lo que ha supuesto un incremento del 44,1 % con respecto del 2008 y un 232 % respecto del 2004, año de inicio del gobierno Zapatero.

Dichas exportaciones representan el 4% de las exportaciones mundiales de armamento y han comportado que España ocupe el sexto lugar en el ranking mundial de exportadores de armas, detrás de Estados Unidos, Rusia, Alemania, Francia y Reino Unido. El 39 % de las exportaciones han tenido como destino países de la UE, mayoritariamente las exportaciones a la UE son debidas a la participación en programas europeos de desarrollo de nuevas armas. El peso de las exportaciones a la UE en el conjunto de las exportaciones año tras año va disminuyendo, lo que representa que la presencia de armas españolas en países no industrializados o en países en vías de desarrollo va tomando cada vez mayor peso.

En lo que respecta al panorama mundial, decir que los cinco estados miembros del Consejo Permanente de Seguridad de Naciones Unidas: Estados Unidos, Rusia, Francia, Inglaterra y China, todos ellos con derecho de veto, junto con Alemania, controlan el 72% del mercado mundial de armas. La misión de este Consejo Permanente de Seguridad de Naciones Unidas es velar por la Paz en el mundo, prevenir conflictos, organizar misiones de paz, decretar embargos e intermediar en los conflictos. Es decir que aquellos que tienen por responsabilidad velar por la paz en el mundo tienen el control legal de las exportaciones de armas y son los principales exportadores del mundo.

Respecto de los clientes o destino de las armas o del material de defensa español, decir, que estas tienen como destino países que están en conflicto armado como Colombia o Israel. En el caso de Colombia la población civil es víctima del fuego cruzado entre militares, paramilitares, fuerzas rebeldes o grupos guerrilleros, siendo además un país que se caracteriza por la violación sistemática de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. El caso de Israel, por todos bien conocido, se caracteriza por la actitud del violenta del gobierno contra el pueblo palestino en los territorios ocupados, por el bombardeo de los asentamientos civiles, las detenciones arbitrarias, “asesinatos selectivos”, etc.

Las armas españolas tienen por destino otros países que no están en conflicto armado, pero que se encuentran en situación tensa o inestable, como Filipinas, Indonesia o Sri Lanka, o bien países donde existen serias preocupaciones sobre el respeto a los derechos humanos como Indonesia, Kenia, Malasia o Tailandia. También podemos observar  que España exporta armas a países históricamente enfrentados como India y Pakistán, países entre los que existen incursiones violentas, acusaciones mutuas de ataques terroristas, disputas sobre la soberanía de Cachemira, a parte de las inestabilidades internas y las insurgencias internas de cada país, por no mencionar que Pakistán está muy cerca de ser considerado un estado colapsado o fallido.

Con respecto a otros países receptores de armamento español, destacar Turquía, debido a la represión constante hacia el pueblo kurdo, Arabia Saudita o Marruecos por su falta de respeto a los Derechos Humanos o Angola cuya situación interna es muy delicada y frágil debido a que se encuentra en un proceso de rehabilitación posbélica y necesitaría destinar el grueso de sus recursos a mejorar la situación de una población que ha sufrido la violencia armada durante muchos años.

España también ha exportado armas a países de los más pobres del mundo como Burkina Faso, Angola, Kenia y Mauritania o países que debido a su elevado grado de militarización, destinan más recursos al gasto militar  que al gasto en salud y educación, como es el caso de Angola, Arabia Saudita, Brasil, Ecuador, Emiratos Árabes, Jordania, Pakistán y Turquía.

En lo que respecta a las exportaciones españolas de armas cortas o ligeras destacar la preocupación que supone el destino de Ghana. Ghana continúa siendo el primer país receptor de armas cortas y ligeras, alrededor de 3,5 millones de euros anuales en concepto de escopetas y cartuchos a pesar de la moratoria decretada en 1998 por la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDAO) sobre la importación, exportación, producción y distribución de armas cortas y ligeras en toda la región debido a la proliferación descontrolada de estar armas en dicho país; así como por el riesgo de trafico ilícito desde Ghana  hacia países vecinos. La preocupación existente por estas exportaciones viene determinada por los efectos de las mismas, a saber la gran mayoría de las víctimas de conflictos armados es debido al uso de armas pequeñas y ligeras.

A todo esto la ley de control de exportaciones de armas española establece que no se venderán armas a países sancionados, inestables, en conflicto armado, que vulneren los derechos humanos, que no condenen el terrorismo, o que tengan un nivel de bienestar delicado. A la luz de lo que dice la ley, no está claro como hay que interpretar las exportaciones las exportaciones a países como Colombia, Israel, Marruecos, Turquía, Guinea Ecuatorial, Arabia Saudita, Ecuador, India, Pakistán, Indonesia, Emiratos, Tailandia, Sri Lanka, Angola o Gana.

Por otra parte hay que tener presente que la propia ley de control de exportaciones de armas establece que los datos sobre exportaciones de material de defensa y material de doble uso, están clasificados conforme a la ley de secretos oficiales, es decir, las exportaciones de armas dígase tienen la clasificación  de secreto de estado. Ello supone que las actas de las reuniones donde se decide conceder o no a una empresa española la autorización para exportar, es secreta. Ello comporta que los informes  que realiza el gobierno sobre estas exportaciones no aporten información relevante sobre el tipo concreto de arma que se autoriza a exportar y el país de destino. Los informes simplemente recogen, por país de destino, la cuantía de las exportaciones, una ligera información sobre el destino y el usuario final.

Muchas de las exportaciones de armas empeoraran la inestabilidad regional y los conflictos latentes, así como alargaran los conflictos ya existentes. En definitiva exportar armas supone exportar sufrimiento humano a diferentes lugares del mundo, sustentándolo con el secretismo en la toma de decisiones y el negocio subyacente.