El Ministro de Defensa viajante

Escrito por Eduardo Melero el . Publicado en Economia de defensa

Artículo publicado en La Directa

Febrero ha sido un mes muy intenso para el Ministro de Defensa, Pedro Morenés, en la promoción del armamento español en distintas partes del mundo.

El 3 de febrero visitaba Arabia Saudí, donde se reunió con el Príncipe heredero y con el Viceministro de Defensa. Uno de los fines de la visita era respaldar la presencia en dicho país de la empresa española URO, fabricante del vehículo todoterreno militar Vamtac. También se trató el contrato de suministro de unos 200 carros de combate Leopard, cuyo valor se sitúa en los 3.000 millones de euros.

Los días 11 y 13 de febrero el Ministro estuvo en Indonesia, fomentando la realización de acuerdos comerciales. En ese país tiene muchos intereses la empresa Airbus Military, donde fabrica una nueva versión del avión C212-400 con una empresa indonesia y donde pretende vender el A400M.
El 13 de febrero también visitó Australia, país con el que se está negociando la venta de dos buques de aprovisionamiento de combate fabricados por Navantia. De hecho, se ha cedido una unidad de ese buque a la marina australiana por el plazo de un año.
Por último, el 18 de febrero de 2013 el Ministro de defensa viajó a Abu Dhabi para acudir a la feria de armamento IDEX, una de las más importantes del mundo. Para apoyar con su presencia a las empresas españolas presentes en dicha feria: Amper, EINSA, ESF (European Security Fencing), INDRA, Instalaza, Navantia, Rodman Polyships, Sener y URO, así como Eurofighter y EADS en las que hay parte de capital español.

Todos estos viajes se enmarcan en la política de fomento a las exportaciones de armamento que lleva años poniendo en práctica el Ministerio de Defensa, tanto durante los gobiernos del PSOE como del PP. Esta política se concreta en diversas actividades: la búsqueda de mercados y el apoyo a la presencia exterior de la industria militar, la firma de protocolos de cooperación con otros Estados para adquirir armamento, el establecimiento de contactos y la negociación de contratos, o la representación de los intereses de la industria de defensa en distintos foros. Es una política que no sólo ejerce el Ministro sino también distintas entidades vinculadas con el Ministerio de Defensa: la Oficina de Apoyo Exterior del Ministerio, las Agregadurías de Defensa en las embajadas y la empresa pública Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España, S. A. (ISDEFE).

La política española de fomento de las exportaciones de armas se ha visto reforzada a partir del Real Decreto Ley 19/2012, de 25 de mayo. Esta norma permite que el Ministerio de Defensa firme contratos de venta de armas con los gobiernos de otros países, garantizando el suministro del armamento. De esta forma el Ministerio de Defensa se convierte en el representante de la industria militar. Se ha estimado que este tipo de acuerdos gobierno a gobierno podría llegar a alcanzar un valor de 900 millones de euros al año.

El principal problema que plantea esta política exportadora es que convierte en papel mojado el control de las exportaciones de armamento. Según la normativa de la Unión Europea y la legislación española, el Gobierno no puede autorizar la venta de armas a países que violan los derechos humanos o que se encuentran en una situación de conflicto, entre otros supuestos. Todas estas actividades de fomento de las ventas de armas se realizan antes de que se autorice la exportación. No cabe duda de que las autorizaciones se otorgarán, incluso aunque se trate de países que plantean serias dudas como es el caso de Arabia Saudí. El Ministerio de Defensa interviene así como juez y parte en el comercio de armamento. Es como si José Mourihno durante un partido, además de dirigir al Real Madrid, ejerciera de árbitro al mismo tiempo.