Intervención en la Junta de Accionistas de Banco Santander 2014
Como cada año el Centro Delàs ha participado en la Junta de Accionistas de Banco Santander para denunciar las inversiones controvertidas del banco como parte de la campaña Banco Santander Sin Armas y Banca Armada. A continuación, podéis leer la intervención de Ainhoa Díaz, del Centro Delàs.
Junta de Accionistas del Banco Santander, Santander, 28 de marzo de 2014
Buenas tardes Sr. Presidente, miembros el Consejo de Administración, señoras y señores accionistas. Mi nombre es Ainhoa Díaz y vengo a hablarles en nombre de la Campaña Banco Santander sin armas, promovida por el Centro Delàs de Estudios por la Paz de Justícia i Pau, la ONG Setem, el Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG) y el Colectivo RETS (Respuestas a las Empresas Transnacionales).
Les hablo en representación de 122.593 acciones, cedidas a la campaña por decenas de accionistas que de este modo quieren mostrar su desacuerdo con las inversiones controvertidas del Banco Santander.
Con esta intervención queremos denunciar los negocios controvertidos que el Banco Santander tiene en India y Brasil, siguiendo los informes recogidos en BankTrack[1], organización que agrupa a más de doscientas ONG de todo el mundo y que se dedica a controlar la actividad del sector financiero a escala planetaria y sus efectos en la sociedad y en el entorno natural.
En primer lugar, nos encontramos con el Proyecto Jaitapur a cargo del gigante nuclear francés AREVA, que tuvo presencia en la central nuclear de Fukushima y planea construir hasta seis Reactores Europeos Presurizados —EPR— tras llegar a un acuerdo con la Cooperativa de Energía Nuclear de India —NPCIL—.
Así, AREVA acordó un crédito de 8 mil millones de euros, de los cuales 500 millones vendrían de la mano de un grupo de bancos, entre ellos el Banco Santander. La intención es construir unos reactores que, para ahorrar costes en producción energética, aprovechan al máximo uranio y plutonio como combustibles.
Pero según la activista india Vaishali Patil, la apuesta no es por la generación de energía sino que está hecha para competir en la escalada nuclear asiática. Y razón no le falta. Tanto el Gobierno indio como las entidades extranjeras implicadas en el proyecto, han reconocido que la construcción de la central nuclear más grande del mundo tiene relación directa con el hecho de que sus países vecinos posean armas nucleares.
Sin embargo, parecen pasar por alto que Jaitapur es una de las zonas con mayor peligro sísmico de todo India, además de ser propensa a inundaciones por tsunamis y otros fenómenos climáticos. Además, si la central se llevase a cabo, la actividad pesquera de la zona se vería destruida y 920 familias perderían sus tierras de cultivo. Esto sin contar las 938 hectáreas que fueron expropiadas a granjeros y pescadores, entre 2009 y 2010, por las que recibieron la miseria de 3 rupias —5 céntimos de euro— por metro cuadrado.
Por lo tanto, Sr. Presidente, ¿es consciente del desastre humano y medioambiental que podría causar la futura central nuclear de Jaitapur?
Ante este proyecto, una coalición de grupos ambientalistas de todo el mundo y ciudadanos indios, ha pedido a los bancos europeos que no den su apoyo ni participen en éste u otros proyectos similares. Las razones: datos acerca de la seguridad nuclear, la opresión a las comunidades locales, los procedimientos de aprobación, los marcos institucionales y la economía del proyecto indican claramente la aplicación de un doble rasero en comparación con lo ocurrido en Europa en materia nuclear.
Por otro lado, el Banco Santander es tristemente conocido por admitir que ha financiado el Proyecto de las represas del Río Madera en Brasil. Este asunto ya fue denunciado por la campaña Banco Santander sin Armas ante esta junta durante los años 2008 y 2009, y un año después se analizó en el informe “El complejo del Río Madera: un caso de anti cooperación española”[2], fruto del trabajo conjunto realizado entre Setem, Veterinarios Sin Fronteras y el Observatorio de la Deuda en la Globalización.
Como ya es sabido, la construcción de las represas amenaza con dañar tanto las inmensas áreas de selva amazónica, de la que dependen numerosas comunidades indígenas para su supervivencia, como los asentamientos de pueblos pesqueros. La construcción de carreteras atraerá la inmigración, la colonización y la tala.
Ante la presión de numerosas ONG como Survival International, el Banco Santander aseguró a sus clientes haber retirado temporalmente el apoyo económico a las presas de Juria y Santo Antônio en marzo de 2011, en base a preocupaciones sociales y medioambientales.
No obstante, algunos meses después, el Banco Santander ha reconocido que, después de todo, no ha suspendido su financiación de las presas y que está decidido a seguir apoyando este controvertido proyecto.
Sr. Botín, ¿a qué se debe este cambio de opinión? ¿Significa esto que ha mentido a sus clientes? ¿Realmente en algún momento le han importado los derechos humanos de las comunidades del lugar y el impacto medioambiental en el Amazonas?
Sr. Presidente, señores y señoras accionistas, nos vemos en la obligación de exigirles que el Banco Santander, por los motivos expuestos, cancele de inmediato cualquier forma de financiación a los proyectos de Jaitapur y Río Madera.
[1] Puede consultar los informes en
http://www.banktrack.org/show/bankprofiles/santander#tab_bankprofiles_main
[2] Puede descargar el informe en http://www.odg.cat/documents/publicacions/InformeODG_Madera_Web_CAST.pdf