El Buque de Proyección Estratégica (BPE) que Navantia está construyendo en los astilleros de El Ferrol está previsto entregarlo el próximo mes de marzo de 2008. La principal novedad de éste buque son sus dimensiones, 231 metros de eslora con capacidad para transportar 46 carros de combate Leopard, 6 helicópteros NH-90, aviones Harrier de despegue vertical y hasta 2.400 soldados entre tripulación y fuerzas de desembarco.
Su nombre, Juan Carlos I, indica el rango de importancia del buque, el rey de la armada española, frente a el, queda pequeño el portaaviones Príncipe de Asturias de 196 metros de eslora. Las misiones que tiene asignadas, como se desprende de su tamaño y capacidades, es proyectar intervenciones de largo alcance fuera de nuestras fronteras, hasta 9000 millas, y transportar un fuerte contingente de fuerza militar para intervenir en lejanos escenarios. Es decir, en las autodenominadas “misiones de paz” o “humanitarias”. Una falacia que se desvela en su coste, 374,2 millones de euros a fecha de 2007, aún sin saber el coste final ni el de mantenimiento de semejante energúmeno. Ya que esos recursos entregados a cuerpos civiles de reconstrucción, de ayuda humanitaria o en resolución de conflictos no cabe duda serían muchos más eficientes.