Incertidumbre en el gasto militar de EE.UU
Barack Obama ha anunciado el presupuesto para el próximo ejercicio fiscal de 2010 de EE.UU.. Se prevé un incremento del 1,4%, que situará el gasto militar del Departamento de Defensa en 534.000 millones de dólares (418.000 millones de euros). Para este año 2009 fue de 515.000 millones de dólares. Respeto a la guerra contra el terrorismo, eufemismo con el cual se denominan las dos contiendas que EE.UU. mantiene en Irak y Afganistán, Obama anuncia un presupuesto de 130.000 millones de dólares, lo cual representa una reducción respeto a los 170.000 millones del 2009. En definitiva, no podemos predecir si se trata de un aumento o una disminución; se habrá de esperar el final del ejercicio del 2010 por saber si esta cantidad se ajusta a la realidad, puesto que en el presupuesto militar de EE.UU. el gasto en estas contiendas se consigna con cantidades muy inferiores a la realidad. Este año 2009 se asignó un presupuesto de 20.000 millones de dólares, pero considerando que el 2008 se gastaron 170.000 millones de dólares, algunas agencias de análisis y el mismo secretario de Defensa Robert Gates anunciaron que el presupuesto seria de un importe similar. Por otro lado, el gasto militar de EE.UU. siempre ha sido presidida por el oscurantismo por el hecho que muchas partidas militares se encuentran fuera del Departamento de Defensa, como es el caso de las misiones en Irak y Afganistán, que se proveen desde los "fondos de emergencia" y acaban siendo muy superiores a las presupuestadas. La nueva administración de la Casa Blanca pretende poner orden en el gasto militar del Pentágono, hacerla más transparente, aflorando todas las partidas escondidas, diciendo la verdad del gasto en las misiones al exterior y "la guerra contra el terror". De los anuncios de Obama, el que resulta más importante es la proclamada reducción de contratos con los gigantes de la industria militar Boeing, Lokheed Martin, General Dynamics, Northon Grumman y Raytheon, y que por el momento no se ha materializado.