Las ideas pacifistas encarceladas
Sabino Ormazabal es, desde antiguo, un destacado miembro del movimiento pacifista y ecologista vasco, un objetor de conciencia, impulsor y defensor de objetores e insumisos al ya desaparecido Servicio Militar Obligatorio. Es además, un declarado defensor de la no-violencia activa que no ha tenido ningún prejuicio en condenar la violencia de ETA o la procedente de otros ámbitos.
Centre Delàs, Materiales de Trabajo, núm.33 (febrero 2008)
Sabino Ormazabal ha sido condenado a 9 años de prisión junto a otros miembros de la Fundación Joxemi Zumalabe en el juicio 18/98 dirigido por el juez Baltasar Garzón de la Audiencia Nacional. Esta Fundación se dedicaba a fomentar y divulgar trabajos destinados al cambio y la transformación de la sociedad vasca con especial atención a los movimientos sociales en Euskal Herria, así como promover una mayor interrelación entre éstos. La prueba que sustenta la condena de Sabino se basa en que, según la Sentencia, el patronato de la Fundación Zumalabe habría estado en contacto con la cúpula de ETA para desarrollar una estrategia de desobediencia civil en Euskal Herria, complementaria a la lucha armada.
Es bueno recordar que la desobediencia civil va dirigida a aquellos espacios no democráticos del ordenamiento jurídico, precisamente para mejorar y fortalecer la democracia. Así lo manifestaron Thoreau, Ghandi y Luther King, padres de la desobediencia, aquellos que aconsejaron objetar en conciencia frente a decisiones o leyes gubernamentales injustas, advirtiendo que esas acciones son propias de los mejores ciudadanos, pues van dirigidas a mejorar la sociedad. En ese sentido nos solidarizamos con Sabino Ormazabal ya que creemos que nunca ha tenido ninguna intención de colaborar con ETA, por lo que consideramos injusto que se le condene por colaborar con el terrorismo. A la vez que nos reafirmamos junto a él en las ideas de transformación a través de la objeción, la no cooperación y la desobediencia.