El escándalo de los créditos en I+D militar
La fórmula consistía en conceder a las industrias militares préstamos reembolsables para I+D a cero interés con un plazo de retorno a 20 años, desde el Ministerio de Industria a cuenta de las compras de armamentos. Las industrias no han devuelto ni un euro, las deudas siguen acumulándose hasta que llegue un día en el que sean insostenibles, cuando se tendrá que buscar alguna solución y, mucho me temo, se recurrirá a la condonación de la deuda. Pere Ortega, Materiales de Trabajo, núm.34 (junio 2008), también en revista Diagonal, número 78, 15/5/2008.
Todo empezó en 1996 con la llegada al gobierno
del Partido Popular y la promesa electoral de profesionalizar las fuerzas armadas
y abandonar el Servicio Militar Obligatorio. Esto representaba en 1998 un fuerte
incremento, un 30% de los gastos de personal, según el modelo entonces
presentado. A éste cabía añadir los proyectos militares
de nuevas armas, puestos en marcha en la etapa anterior del gobierno del PSOE.
La combinación de ambas cuestiones no podía llevarse a cabo sin
incrementar de manera importante el presupuesto militar. Esto, evidentemente,
tenía un elevado coste político para el PP, por aquello de iniciar
un nuevo periplo aumentando de manera importante el gasto militar, lo que no
sería bien acogido por la opinión pública española.
La solución fue llevada a cabo desde la Gerencia
de Cooperación del Ministerio de Defensa, mediante una alambicada
fórmula de ingeniería financiera, que permitía hacer frente
a los gastos derivados de la profesionalización, así como continuar
con los grandes proyectos de armas. De este modo se conseguían tres propósitos:
no incrementar en demasía el gasto militar del Ministerio de Defensa;
aumentar la contribución en I+D, entonces en la cola de los países
de la OCDE; y satisfacer la demanda de ayuda de la industria militar para financiar
la investigación y desarrollo de nuevos prototipos de armas.
La fórmula consistía en conceder
a las industrias militares préstamos reembolsables para I+D a cero interés
con un plazo de retorno a 20 años, desde el Ministerio de Industria a
cuenta de las compras de armamentos. Se firmó un convenio entre ambos
ministerios (Industria y Defensa), según el cual Industria adelantaba
el dinero en concepto de I+D que las empresas devolverían a Defensa cuando
ésta llevara a cabo el pago de las armas.
Esta situación iniciada por el PP, a pesar
de las críticas que desde la oposición llevó a cabo el
PSOE, fue continuada por éste tras su victoria electoral en 2004, convirtiéndose
en endémica a día de hoy. Así, los créditos en I+D
del Ministerio de Industria continúan aumentando y acumulando unos fondos
que toman proporciones insólitas. Hoy en día encontramos cómo
los créditos acumulados, entre 1997 y 2008 entregados a las empresas,
ascienden según datos oficiales (Tabla 1) a la astronómica cifra
de 12.104,84 millones de euros corrientes. Esta cifra es sólo en I+D
militar proveniente de Industria, porque además está el I+D militar
para llevar a cabo investigaciones dentro del Ministerio de Defensa, 3.859 millones
de euros en el mismo período.
Por otra parte, hay que tener en cuenta el precio final de
las armas,(1)
que aumenta en el transcurso de su producción, con un coste total de
inversión que asciende a 27.000 millones de euros a fecha de hoy(2).
Según reveló recientemente Enrique Navarro(3),
en 1996 subdirector de la Gerencia de Cooperación del Ministerio
de Defensa, la deuda de las empresas militares con el Ministerio de Industria
ascendía a 26.000 millones de euros en 2007, y aún faltan por
abonar en créditos 20.000 millones más, cuándo el 2024
finalicen todos los proyectos de nuevas armas en curso.
Los créditos pendientes de cobro entregados a las industrias
militares se contabilizan en el presupuesto de ingresos en la partida 83107
como reintegros de préstamos concedidos fuera del sector público
a empresas privadas. Un cajón de sastre que engloba todas las deudas
por créditos a las empresas privadas y que ascendieron en el 2008 a 580,2
millones de euros. Dentro del sector público también hay un puñado
de industrias militares públicas (Navantia, EADS e Hisdesat, entre otras)
en la partida 82104 reintegros de préstamos al sector público,
sociedades mercantiles, entidades empresariales, otro baul de sastre que
en el 2008 contabilizaba 482,1 millones de euros. Se trata sin lugar a dudas
de cifras desorbitadas imposibles de definir, y que a pesar de las indagaciones
llevadas a cabo, tanto analizando los presupuestos del Estado, como en los ministerios
de Industria y Defensa, no he podido esclarecer. De este modo, continuamos sin
saber si se ha retornado alguna cantidad de las industrias militares a Defensa
y de éste a Industria. Este hecho amaga una realidad no declarada, un
mayor déficit público de las cuentas del estado, ya que al tratarse
de créditos, igual se contabilizan en el presupuesto de gastos como en
el de ingresos. Con lo cual, el actual declarado superávit de las cuentas
públicas es una falacia, producto de la ingeniería presupuestaria
del Ministerio de Hacienda que permite ésas alambicadas combinaciones
que confunden a analistas, políticos y a la opinión pública.
Estoy convencido de que las industrias no han
devuelto ni un euro, pues los créditos en I+D son percibidos por las
industrias como “ayudas”, es decir, subvenciones para el desarrollo
de los nuevos armamentos. Es así como las deudas de las industrias siguen
acumulándose hasta que llegue un día en el que sean insostenibles,
cuando se tendrá que buscar alguna solución y, mucho me temo,
se recurrirá a la condonación de la deuda. En este caso, al desaparecer
del presupuesto se convertirán en déficit público; es decir,
acabaremos pagando la deuda de las empresas militares el conjunto de la población
del Estado.
Ésta es la situación a fecha de
hoy y las cifras van aumentando de año en año sin que nadie sepa
a ciencia cierta como acabará ese enorme pozo negro y sin fondo que son
las inversiones en armamento. Es posible que lo ocurrido con la industria militar
sea extensible a otro tipo de industrias. Pero aunque no fuera así, igualmente
nos encontramos con uno de los mayores escándalos económico-financieros
escondidos en las cuentas del Estado. Si estoy equivocado, me gustaría
que, con datos en la mano se desmintieran mis afirmaciones.
Tabla 1. I+D militar en España (1997-2008)
(en millones de euros corrientes)
AÑOS |
I+D Ministerio Defensa |
Créditos en I+D militar |
Total I+D Militar |
1997 |
290,11 |
210,36 |
500,47 |
1998 |
300,14 |
581,00 |
881,14 |
1999 |
294,75 |
1.198,58 |
1.493,33 |
2000 |
293,48 |
964,11 |
1.257,59 |
2001 |
382,11 |
947,80 |
1.329,91 |
2002 |
314,04 |
1.176,85 |
1.490,89 |
2003 |
322,97 |
1.049,90 |
1.372,87 |
2004 |
303,42 |
1.070,00 |
1.373,42 |
2005 |
315,69 |
1.014,60 |
1.330,29 |
2006 |
325,88 |
1.358,01 |
1.683,89 |
2007 |
361,04 |
1.225,06 |
1.586,10 |
2008 |
355,67 |
1.308,57 |
1.664,24 |
Total |
3.859,3 |
12.104,84 |
15.964,14 |
Fuente: Elaboración propia.
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Notas:
1 Ver
tabla sobre los principales programas militares 1996-2001 en www.justiciaipau.org/centredelas
2
Ver datos ampliados en www.justiciaipau.org/centredelas
3
En revista Capital de septiembre de 2007