Aeronáutica militar en Catalunya
El presidente Pascual Maragall, en el discurso de política general presentado en el Parlament de Catalunya, anunció la creación del Centro Tecnológico de la Aeronáutica y del Espacio, añadiendo que uno de los objetivos de su actual mandato es el apoyo a la expansión del sector industrial aeronáutico en Catalunya.
Centre d’Estudis per la Pau J.M.Delàs (enero 2005), Materiales de Trabajo núm. 25
Este hecho debería ser un motivo de alarma entre las gentes de paz de Catalunya, pues la industria aeronáutica, conlleva, desgraciadamente en este caso, implícitos aspectos militares. Si se observa el consorcio aeronáutico al que se pretende ligar el asentamiento industrial en Catalunya, el European Aeronautic Defence and Space (EADS), como su nombre muy bien indica, es una industria militar, y de los cuatro grandes proyectos que desarrolla, el avión de transporte Airbus A-380 es civil, pero los tres restantes, el Airbus A-400M de transporte, el helicóptero combate Tigre y el caza de Eurofigther son militares.
Los pasos dados en los últimos tiempos por el sector industrial catalán, arrancan con la creación de Barcelona Aeronáutica del Espacio (BAiE), asociación empresarial que agrupa a los industriales que pretenden trabajar en dicho sector. Su finalidad es conseguir ayudas para su expansión en Catalunya. Ayudas públicas que se han concretado en la concesión de 4,8 millones de euros por parte de la Generalitat; así como la ubicación en Viladecans de un Parque Aeroespacial público que facilite la implantación de empresas, y también el mencionado Centro Tecnológico de la Aeronáutica y del Espacio. Al frente de BAiE se ha situado como presidente a Fernando de Caralt, quien, en el pasado, ocupó diversos cargos de responsabilidad en industrias militares, fue presidente de Construcciones Aerunauticas, S.A. (CASA), hoy integrada en EADS, y fue fundador y primer presidente de AFARMADE, la asociación que agrupaba a todos los fabricantes de armas de España.
Otra noticia inquietante que abona la hipótesis de expansión del sector militar industrial en Catalunya, es la instalación en el distrito 22@ de Poble Nou de Barcelona, de la industria electrónica Indra en una sola sede de 8.000 metros. Industria que destina entre el 30 y 40% de su producción electrónica para todo tipo de armamentos, tanto de tierra, mar o aire. La más alarmante de las noticias, se produjo en el Parlament de Catalunya, cuando la Comisión de Comercio e Industria presentó la candidatura de Catalunya para instalar una factoría para el montaje del helicóptero de combate Tigre de la firma EADS.
Merece recordarse que fue, tras la llegada del PSOE al gobierno español en 1982, que cuando se impulsó el desarrollo de la industria militar en España a la que se destinaron grandes recursos públicos. Pocos años más tarde, España pasó a figurar en el octavo puesto en el ranking mundial de exportadores de armas. Si ello, se puede interpretar como un éxito, el resultado económico fue pésimo, pues la mayoría de las industrias continuaron arrojando pérdidas pese a las ayudas recibidas, unas cerraron, las públicas se privatizaron y otras como Izar están en situación de quiebra. Este puede ser un buen momento para hacer balance de dichas políticas y decidir si la mejor opción para contrarrestar la deslocalización industrial es apostar por la industria militar como motor de la economía.