La seguridad no es neutral
Jordi Calvo - 5 d'abril de 2019
Este artículo está extraído de la presentación de Jordi Calvo a la AEPF’s International Conference on Universal Protection and Labour en Katmandú (Nepal) el 5 de abril de 2019.
Sin lugar a dudas hoy en día estamos experimentando en todo el mundo un proceso de militarización nuevo, amplio y profundo. El gasto militar aumenta cada año, la exportación de armas muestra un crecimiento constante, la industria militar sigue ampliándose y cada vez mas países son capaces de fabricar armas. La inversión en armamento es muy lucrativa, subvenciones públicas y créditos para I+D de nuevas armas han sido impulsados recientemente; organizaciones militares como la OTAN están orgullosas de su legado y presionan a sus Estados miembro a dedicar el 2% del PIB para gasto militar; migraciones y fronteras están mas militarizadas que nunca – solo en Europa hay 1.000 km de muros -, también la ayuda humanitaria incorpora lógicas militares. Todo ello se sitúa en un proceso de privatización generalizado, donde el sector de seguridad no es excepción, como prueba que las tradicionales industrias de armas ofrecen también productos y servicios. Todo es susceptible de ser militarizado en el momento en que se convierte en un asunto de seguridad.