Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares
Declaración del Centro Delàs de Estudios por la Paz en el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares
Barcelona, 26 de septiembre de 2014. En diciembre de 2013, la Asamblea General de la ONU pedía que se iniciaran de forma urgente negociaciones en el marco de la Conferencia de Desarme para la rápida consecución de una convención general sobre las armas nucleares que prohíba la posesión, el desarrollo, la producción, la adquisición, el ensayo, el almacenamiento, la transferencia, el uso o la amenaza de uso de armas nucleares y estipule su destrucción. Para promover este objetivo declaró el 26 de septiembre Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares (Resolución A/RES/68/32).
Debemos recordar que, a pesar de su tremenda capacidad destructiva, las armas nucleares son las únicas armas de destrucción masiva que no tienen un tratado o convención de prohibición. Las armas biológicas se prohibieron en el año 1972 y las armas químicas en el 1993.
Las consecuencias de un ataque nuclear no afectarían únicamente al estado atacado, ya que, según los estudios científicos de modelación climática, es suficiente la explosión del 0,5% del arsenal nuclear mundial actual para que las repercusiones climáticas (el invierno nuclear) desemboquen en una catástrofe humanitaria global. Las modificaciones substanciales en el clima mundial afectarían la agricultura y podrían poner en peligro alimentario a 2.000 millones de personas en todo el mundo.
No obstante, no es necesaria una confrontación bélica nuclear para que se produzca un desastre. La sola existencia de armas nucleares nos expone a unos peligros permanentes: los accidentes relacionados con armas nucleares, la posibilidad del inicio de un conflicto nuclear a causa de un error humano o técnico y la realización de pruebas con armas nucleares.
Desgraciadamente, los estados con armamento nuclear no tienen intención de renunciar a él, porque consideran que les da una posición de fuerza y que les protege de posibles ataques. Además, cinco de estos países son los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y tienen derecho a veto.
La única solución que evitará definitivamente todos los riesgos inherentes al armamento nuclear es la prohibición y eliminación total del arsenal nuclear. Conseguirlo depende de todos los estados, no tan solo de los armados nuclearmente. La fecha del 26 de septiembre puede servir para visibilizar este problema. Si queremos conseguir un tratado de prohibición de armas nucleares, hemos de presionar a nuestros gobiernos para que trabajen en su consecución.
Centro Delàs de Estudios por la Paz – miembro de ICAN