El gasto militar agudiza la crisis en España
Hay quien dice que la crisis ya se ha acabado. No hace falta recordar quién lo dice y quien no. Y puede ser verdad. Depende de para quién. Incluso hay quien puede afirmar que nunca ha habido crisis, ya que los millonarios han aumentado en número y en patrimonio durante los años de la crisis, ya són más de 400.000 las personas que en España tienen al menos un millón de dólares en su caja A. No sabemnos si también tienen una caja B. Lo que en todo caso nadie puede negar es que la crisis ha venido para quedarse en muchos hogares españoles.
Más de la mitad de parados no reciben ninguna prestación, cerca de un millón de hogares no tienen ningún ingreso, quien consigue trabajo debe aceptar contratos a tiempo parcial, en muchos casos de tan solo unos días y con salarios míseros, de nimilieuristas. Ni qué decir del impacto de los históricos recortes del gobierno de Mariano Rajoy en sanidad y educación de 10.000 millones de euros, que han dejado excluidas del sistema sanitario a cientos de miles de personas y deteriorado enormemente la educación pública. La lista de recortes es mucho más larga, para un análisis más exhaustivo pueden dirigirse aquí y coger la calculadora. En caso de hacer tal ejercicio, la cifra que nos aparecerá será enorme, tanto como la destinada a rescatar a los bancos o, como veremos a continuación, al gasto militar.
Porque, en relación a los efectos y consecuencias de la crisis, otro ejercicio que se puede hacer es el de navegar por los presupuestos oficiales del estado y ver de qué manera estos han variado desde 2008. Al hacerlo nos sorprenderá que haya algunos ministerios que no hayan sufrido más que ligeramente los recortes, pese a que la crisis así parece que lo requería. Me refiero al Ministerio de Defensa y, consecuentemente, al gasto militar, que el afán de opacidad del gobierno hace que no se vea reflejado más que en poco más de un tercio en el propio Ministerio de Defensa, escondiendo la mayor parte del gasto militar real en industria, interior, exteriores... En el informe Inercia, despilfarro y engaño en el gasto militar, demostramos que los políticos españoles, aun en tiempos de crisis, han mantenido (y ocultado) un más que elevado gasto militar, al tiempo que recortaban partidas esenciales para el bienestar de sus votantes.
De este modo calculamos la cifra de 130.000 millones de euros, el presupuesto destinado desde que comenzó la crisis en 2008 a mantener las estructuras de carácter militar en España. Es cierto que buena parte de este dinero se dedica a pagar salarios y al mantenimiento o gastos corrientes de las infraestructuras militares. La primera cuestión que aquí nos aparece es si necesitamos recortar, como se ha hecho en otros sectores, también en la estructura militar. Es evidente que la respuesta a tal pregunta será afirmativa siempre que nuestros valores se sitúen en la cultura de paz y negativa en caso contrario. Pero, incluso desde un punto de vista no necesariamente pacifista, imaginémonos que estamos ahora en situación de decidir que hubiéramos hecho con este presupuesto en momentos difíciles, y prestemos atención a partidas que cualquiera puede identificar como fácilmente reducibles en tiempos de crisis.
Gasto español en operaciones militares en el exterior (millones de euros)
¿Qué hubiera decidido usted durante estos años, destinar una buena parte de su presupuesto a pagar aventuras militares en lejanas montañas y en desiertos remotos (5.000 millones), a conceder ayudas y créditos blandos a la I+D militar (7.000 millones), o a realizar inversiones militares y a comprar nuevos armamentos (12.000 millones)? O en cambio hubiera optado por no recortar la sanidad o la educación, dedicar más recursos a ayudas sociales o a prestaciones por desempleo a los hogares que no tienen ningún ingreso, por poner tan solo algunos ejemplos.
Programas especiales de armamento en España (millones de euros)
Desde el inicio de la crisis en España se han malgastado en gastos militares al menos 24.000 millones de euros y si el cuestionamiento del gasto militar es más profundo, podemos llegar a considerar el desvío de fondos del sector civil al militar, solo en los siete años que llevamos de crisis, en 130.000 millones de euros.
I+D militar en España (millones de euros)
Es evidente que las decisiones políticas con respecto al gasto militar en España no han priorizado las necesidades más acuciantes de la sociedad española. Nuestros gobernantes no han optado por eliminar aventuras militares fuera de nuestras fronteras, hacer lo propio con la I+D militar que lo único que genera, además de un enorme gasto para las arcas públicas, es más armas y más destructivas, ni tampoco han optado por dejar de comprar nuevas armas que en la mayoría y en el mejor de los casos no son nunca utilizadas. Sino que han mantenido en líneas generales la senda de presupuestos militares de los años de vacas gordas, como si aquí no hubiera pasado nada.
Pero la cosa es todavía más grave. A este disparatado dispendio militar hay que sumar la deuda existente a día de hoy en el Ministerio de Defensa por la adquisición de armas por valor de 34.000 millones de euros que deben ser recibidas (y pagadas) los próximos años. Pero, por si esto fuera poco, también hay que sumar la promesa de Pedro Morenés de aumentar en 10.000 millones más el dinero público que el gobierno destinará a la adquisición de nuevo armamento. ¿Quién vive aquí por encima de sus posibilidades? Causa temor, por otra parte, la similitud entre la promesa del ministro a la industria militar y el recorte en educación y sanidad decidido en el pasado. ¿Supondrá esto que se podría recuperar el nivel educativo y sanitario públicos perdidos si no compráramos más armas o que habrá que reducirlo en 10.000 millones más?
El gasto militar ha tenido un impacto enórmemente negativo en la crisis española de los últimos años. Decenas de miles de millones de los presupuestos generales del estado han sido destinados a mantener el despilfarro militar, al tiempo que se recortaban los presupuestos de los pilares del estado de bienestar. Lo peor de todo es la tendencia a que el despilfarro militar continue y que al menos 44.000 millones de dinero público vayan a ir a parar a los bolsillos de fabricantes y vendedores de armas y a continuar lastrando el desarrollo de este país. Así como otros 5.000 para misiones militares en el exterior y muy probablemente otros 7.000 millones de euros en I+D militar. Ahora solo podemos pensar en qué hubiéramos podido hacer con los 24.000 millones fácilmente recortables de los presupuestos militares en tiempos de crisis, pero quizá aun estamos a tiempo de decidir qué haremos con los 56 mil millones de euros totalmente prescindibles que pretenden que nos gastemos en armas y guerras durante los próximos años.
Reducción de presupuestos de ministerios 2008-2015
Todos los cuadros y gráficos han sido extraídos del Informe: Inercia, despilfarro y engaño en el gsato militar, de Pere Ortega y Jordi Calvo Rufanges, publicado por el Centro Delàs de Estudios por la Paz