Recomendaciones del Centro Delàs de Estudios por la Paz sobre el informe de exportaciones españolas de material de defensa y de productos y tecnologías de doble uso 2013
España se ha convertido es una potencia exportadora de armamento a un importante coste. Hacia dentro implica una devaluación más de la calidad de nuestra democracia, por la ausencia de controles políticos y jurídicos sobre la política de fomento de la exportación de armas y por la política de opacidad sobre la información más relevante. Hacia fuera se está comerciando con el sufrimiento y los derechos humanos de los seres humanos.
A continuación, intentando poner especial énfasis en el carácter preventivo de la ley, se incluyen recomendaciones sobre las que debe mejorarse la transparencia:
Respecto a la política de fomento de las exportaciones de armamento:
1- Las estadísticas oficiales deberían recoger información sobre las principales actuaciones llevadas a cabo por el Ministerio de Defensa para la promoción de contratos de la industria de Defensa. El Secretario de Estado de Defensa debería comparecer en el Congreso de los Diputados de forma conjunta con el Secretario de Estado de Comercio para informar sobre las exportaciones de armas.
2- Iniciar un proceso de revisión de la estructura y funcionamiento de la JIMDDU con el objetivo de asegurar la participación de entidades independientes en la aprobación de licencias de exportación que aporten una perspectiva del derecho internacional y el derecho internacional de los derechos humanos, y el aumento de su transparencia.
Respecto a las estadísticas sobre exportaciones de armamento:
1. Permitir el debate parlamentario previo a la autorización/exportación del armamento. De igual modo que se comparece a posteriori, para cerrar el año, debería existir debate parlamentario sobre las previsiones de exportación de material de defensa y de doble uso.
2. En aplicación del mismo TCA, cancelar cualquier tipo de exportación de armamento a países en conflicto armado o con graves violaciones de los derechos humanos, como sería el caso actualmente de los siguientes destinos: Síria, Egipto, Bahrain, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Israel, Colombia, Iran, Irak, Líbano, Jordania, Somalia, Rep. Centroafricana, Mali, Libia... Prioritariamente Oriente Pròximo i Sahel, i establecer una moratoria en la entrega y venta de armas y de material de doble uso a ambas regiones.
3. Especificar en qué argumentos se basa la JIMDDU para otorgar autorizaciones de exportación de armamento a países que en los que se violan los derechos humanos o que se ven afectados por un conflicto interno o regional.
4. Aportar información sobre el número de contratos Gobierno a Gobierno que se han realizado, detallando los países con los que se han acordado y sobre qué tipo de material, cantidad (unidades) y valor es su objeto.
5. Incluir información detallada sobre las unidades exportadas (ya sean barcos, aviones o vainas de cartuchos).
6. Remitir un informe sobre las importaciones realizadas, tal y como recomienda el TCA, recientemente ratificado.