El fraude de los créditos de I+D militar
Nota sobre la pregunta parlamentaria formulada a instancia del Centre Delàs por el grupo GERC/IU/ICV al gobierno sobre los créditos de I+D concedidos a las industrias militares y no retornados hasta la fecha.
El gobierno español tiene la capacidad de modificar los presupuestos del estado y transferir recursos a aquellos ministerios o partidas que tienen una consignación insuficiente para las necesidades reales del gasto. Curiosamente, esto es lo que pasa de manera habitual todos los años con el Ministerio de Defensa. Entre las posibilidades de maniobra que tiene el gobierno con el gasto de Defensa hay dos muy recurrentes. Una es la de consignar con un importe inferior las necesidades reales de una partida determinada; para ello dispone de un enorme cajón de sastre denominado “Fondos de Contingencia” dentro del apartado Otros Ministerios, de donde saldrán los fondos para complementar aquellos gastos que lo necesiten. A modo de ejemplo el próximo año 2009 se dispondrá de una consignación de 3.152 millones de euros que, en buena parte, irán a parar al Ministerio de Defensa.
La otra posibilidad que tiene el gobierno para modificar los presupuestos aprobados por las Cortes Generales, es minimizar el gasto de un ministerio repartiéndolo entre otros. Es el caso del Ministerio de Defensa. Pero aquí, todavía se esconde algo peor, la posibilidad de camuflar determinadas operaciones que difícilmente serían asumidas por la oposición política y por la opinión pública. Es cuando se disfrazan bajo el subterfugio de dar créditos, cuando, en realidad, son operaciones de gasto, tal yo como ha pasado con los créditos de I+D militar puestos en marcha a partir de 1997 para satisfacer las necesidades en nuevos armamentos, como fragatas, submarinos, helicópteros, aviones de combate, blindados, misiles, guerra electrónica y satélites de información militar. Proyectos iniciados a principios de la década de los 90 por un importe de 20.000 millones d’euros para adecuar las fuerzas armadas españolas a las necesidades de la Alianza Atlántica. Buena parte de los mismos han tenido como destino el I+D, para que las industrias pudieran mejorar e inventar nuevo armamento.
De este modo, desde la Gerencia de Cooperación del Ministerio de Defensa, se puso en marcha una operación consistente en otorgar préstamos en I+D a devolver en veinte años, a cero interés, para la puesta en marcha de los nuevos armamentos. Pero estos créditos no han salido del Ministerio de Defensa, sino del de Industria. Su cuantía asciende a 13.254 millones de euros, incluyendo los propuestos en el presupuesto del año 2009.
Desde el Centro Delàs teníamos la sospecha de que estos créditos eran una trampa contable, aquello que algunos denominan “contabilidad creativa”, para esconder “ayudas” a las industrias militares, y considerábamos estos créditos de I+D un gasto militar. Es por ello que dirigimos una pregunta parlamentaria a través del grupo GERC-IU-ICV, para averiguar qué cuantía de estos créditos había sido retornada. La respuesta del Secretario de Estado de Asuntos Constitucionales y Parlamentarios (de 23/6/2008) fue que tras trece años se han devuelto 81,45 millones de euros. Es decir, un 0’6% de la cuantía total. Si bien es cierto que se trata de créditos a 20 años y aún faltan siete para poder devolverlos mucho nos tememos que se trata de un engaño y un fraude al erario público.
Consideramos que estos 13.254 millones de euros en I+D son sólo la parte visible del iceberg. Pues las inversiones en armamento durante estos treinta años (1990-2020) costarán al erario público 40.000 millones de euros. Tratándose de industrias militares que producen armas de nula eficiencia productiva para la economía real, en una época de crisis y recesión económica como la actual, son un escándalo de proporciones colosales.
