Trump, sus modales y la defensa europea
Tica Font - Artículo publicado en Público - 14/11/2018
En estos días de celebraciones en París, en la conmemoración del centenario de la finalización de la I Guerra Mundial, Trump marcó distancia y perfil propio, tenía que poner de manifiesto su filosofía de “América primero” y nada de multilateralismo, nada de crear consensos solo perfil propio, por eso mientras que todos los mandatarios se trasladaron autobús, él de manera ostentosa y discordante lo hizo en su vehículo blindado y además para mostrar más su rechazo a cualquier apariencia de multilateralidad, no asistió a la reunión del Foro sobre la Paz, él de forma voluntaria se aisló, se fue al cementerio americano de Suresnes donde reposan los soldados norteamericanos muertos durante la Gran Guerra.
Por si los gestos no son suficientes, el presidente norteamericano lo complemento con declaraciones que no tienen desperdicio “Nuestro deber es preservar la civilización que defendieron y proteger la paz a la que tan noblemente dieron sus vidas para asegurarla hace un siglo”, es evidente que Trump está dispuesto incluso a la guerra para defender los intereses norteamericanos, para defender la posición de primera potencia mundial. El desprecio hacia el resto de líderes mundiales presentes en Paris lo mostró afirmando “Hemos pasado dos días fantásticos en Francia, y este ha sido sin duda el momento cumbre del viaje”, afirmó en el cementerio. Comentario propio de quien está de vacaciones o turismo y sin mostrar ningún respeto hacia el resto de líderes mundiales presentes en París.
Los comentarios de Trump en estos días de conmemoración del final de la I Guerra Mundial, podríamos calificarlos como los del “perro del hortelano, que ni come ni deja comer”. Plantó a los otros mandatarios presenten en Paris y sus modales se pusieron de manifiesto justo llegando a los eventos, buscando la confrontación con el anfitrión de los mismos. Macron aprovechó la cita en su ciudad para hacer declaraciones a favor de “una Europa soberana” dotada de “un verdadero ejército europeo” que permitiría una menor dependencia de Estados Unidos para establecer su propia política de defensa. Como es habitual Trump reaccionó con un tuit incendiario, afirmando que esas declaraciones eran un insulto “El presidente francés Macron acaba de proponer que Europa construya su propio ejército para protegerse a sí misma de EE.UU., China y Rusia. Muy insultante, pero ¡quizás Europa debería primero pagar su parte equitativa de la OTAN, que EE.UU. subvenciona enormemente!”, escribió. Trump parece cabrearse de que Europa no haga lo que él quiere. El presidente norteamericano ha manifestado en diversas ocasiones que militarmente la OTAN no está entre sus prioridades y pide a los europeos que incrementen los gastos de defensa en la OTAN, que compren más armamento, evidentemente que compren armas a las empresas americanas.
Los gobiernos de los países de la UE ya han aceptado incrementar los gastos de defensa, ya se han comprometido a aportar más fondos a la OTAN y ya han aceptado adquirir armamento nuevo. Los nuevos presupuestos de la UE ya contemplan subvenciones a la industria militar europea e incentivos a los gobiernos a la actualización de las armas de los ejércitos nacionales.
Francia quiere ir más lejos, tradicionalmente ha promovido la idea de una defensa europea autónoma de los Estados Unidos y de la OTAN, pero Reino Unido siempre se ha manifestado contrario a esta posición. Esta división ha dejado en manos de Estados Unidos y de la OTAN, la definición de las políticas de seguridad y defensa. Con en Brexit i Trump para Macron es el momento de apostar por construir una defensa común independiente de Estados Unidos y de impulsar el desarrollo de su industria de defensa, decisiones que parecen irritar a Washington ya que afectará a las ventas de material militar a los europeos. Las empresas de defensa de Reino Unido y Estados Unidos no tendrían acceso a los nuevos fondos europeos de defensa.
La UE ha puesto en marcha el Plan de Acción Europeo de la Defensa, el cual representa un instrumento financiero para potenciar las capacidades militares de la UE y equipararse a otras potencias militares como Estados Unidos, China o Rusia. El objetivo es dotarse de mayores instrumentos y potencialidades de disuasión fortaleciendo la capacidad de acción militar. Queda por ver si finalmente la UE además de potencia económica mundial se convertirá en potencia militar mundial. Francia quiere liderar este proceso, pero Alemania nunca se ha involucrado a fondo es esta aspiración y los países del Este europeo confían más en la fuerza militar norteamericana y en la OTAN que en sus socios de la UE. Pero Trump no quiere que se vaya tan lejos como pretende Macron, solo quiere rebajar sus aportaciones económicas y militares a la OTAN y que los europeos compren más armas a Estados Unidos.